domingo, 15 de noviembre de 2009

Las mil y una noches

Un día en clase, el profesor Carvallo, nos preguntó si habíamos leído el libro de "Las mil y una noches"... y recordé que de pequeña leí algún cuento de aquellos, pero también recordé, que en el desván de la casa de mi abuela, nacida en el año 1.888, (la casa existe, mi abuela desgraciadamente, no), hay gran cantidad de libros antiguos, y me sonaba ese título. Pues bien, este fin de semana, visité a mi tía, que es la que vive ahora en la casa de mi abuela, subí al desván y.... allí estaban mis recuerdos de pequeña.... estanterías y baules con muchos libros... y allí estaban nada más y nada menos que los seis tomos de "Las mil y una noche". Cogí el primero, le eché una ojeada... y la verdad, que no tenía nada que ver con el cuento que yo leí de pequeña, así, que aquí lo tengo en casa para ir sustituyéndolo por los otros tomos cuando termine de leer este primero.
Pero ahí, no acaba todo. Hoy, una amiga me ha regalado un libro digital, y me dice que va cargado con más de mil libros. Comienzo a ver el contenido y compruebo que todos los libros que contiene son clásicos, y ¿que libro contiene entre todos ellos?.... pues claro..."Las mil y una noches". Y aquí estoy, de las páginas antiguas (muy, pero que muy amarillas), con todo su encanto, a la pantalla digital.
Y bueno, voy a citar un parrafillo del final de la "Historia del mandadero y las tres doncellas" que corresponde a la novena noche en que Scherazada vio aparecer la mañana y se calló discretamente... que dice "No hables nunca de lo que no te importe, si no, oirás cosas que no te gusten".
Gracias, profesor Carvallo por estos ratos en clase.

1 comentario:

  1. Te agradezco tus comentarios y en el texto dices dos cosas que me gustaría conocer más directamente: una, me gustaría tener en mis manos ese tomo que ahora dices amarillento de Las Mil y una noches, y dos, sería magnífico poder disponer de una copia de ese regalo tan extraordinario que te ha hecho tu amiga. Es broma y no es broma. Un abrazo y gracias, Roberto Carballo

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